LA CRISIS ZOMBIE
Por S.I. Benedicto A.
Prólogo:
La verdad es que nunca creí que los Zombis pudieran existir. Si en 15 años los curas no me convencieron de la existencia de Dios, como podéis pensar que me creyera que los muertos se iban a levantar para devorarme.
Siempre me gustaron los Survival Horrors de las consolas... ¿quién no quiso en alguna ocasión ser Criss Redfield o León Scout?. Aunque también os digo que cuando no podéis cargar si te matan y te duele de verdad, no es tan divertido.
Volviendo al tema no os creáis todo lo de las pelis, a ver muy desencaminados no van pero no es todo tan fácil ni tan retorcido. Por ejemplo las crisis de zombis mundiales son casi imposibles. Vale que son difíciles de matar pero por suerte no somos tan tontos como los de las películas tipo "Mikel... Mikel... estás ahí...?". Las crisis zombis son aisladas y hoy por hoy no afectan a los animales. Además los cuerpos humanos tienen que alimentarse para continuar funcionando, por lo cuál eso de estar 6 millones de cuerpos andando manteniéndose del aire no os lo creáis.
Que el virus lo crea una farmacéutica, eso no te digo que no, el última reconocido fue por una empresa muy conocida que no voy a nombrar, solo diré que es famosa por sus pastillas para el dolor de cabeza.
Importante: los muertos no se levantan, menos mal... lo que nos faltaba. Lo malo es que no sienten dolor, no duermen, se les endurecen los músculos por el constante bombeo de adrenalina, son capaces de usar herramientas básicas, corren que se las pelan, tienen el doble de fuerza (siendo zombis sanos) que una persona normal y una mordedura, sangre, saliva... te puede infectar.
La parte buena es que si les disparas no mueren al instante (excepto corazón y cerebro) pero se desangran como las personas normales, se rompen huesos… los muertos están muertos, por lo cuál el índice de transformados no es tan alto. No atacan por comida sino porque la infección (así la llamo yo) afecta al cerebro haciendo que se inflame y expanda, en consecuencia el cerebro se aplasta con el cráneo volviendo loco y violento al infectado (como los doberman) y lo que aún no se es porqué no se atacan entre ellos.
No atacan por hambre (habitualmente) sino porque son así, para comer está la comida.
Lo malo de esto es que conseguir comida para sobrevivir es complicado.
La verdad si lo piensas bien no todo es malo en un mundo zombi.
Por ejemplo el despertador de la mañana pierde sentido, no más cenas con gente que no aguantas, no más atascos, no tienes que aguantar a la suegra (en caso de crisis zombi no es la primera persona en la que pienso), si sobrevives junto a una chica que esté medio bien triunfas seguro con la frasecita esa de "éste podría ser nuestro último día".
Bueno lo básico que debéis saber sobre mí. Solo deciros que era un chico normal, con un curro normal, no sé artes marciales, ni soy un exmilitar experimentado, no soy un genio pero no soy estúpido y en un mundo zombi el que sobrevive no es él mas fuerte, sino el que mejor se sabe adaptar y el que piensa un poco las cosas antes de actuar.
Mi nombre... podéis llamarme John Doe "J.D." para los amigos (se pronuncia Ion Dou "fonéticamente en castellano"). Por si acaso no manejáis mucho ingles no, no soy ingles pero siempre me ha gustado ese nombre, es el nombre que le ponen a los muertos desconocidos en América y la verdad no me queda mucho para convertirme en eso.
Cáp. 1 El Despertar
Lunes por la mañana, ya son las 7:50 a.m. o eso dice mi quinta alarma del móvil.
Qué pereza, me levanto aún un tanto aturdido de la resaca del fin de semana, ni siquiera el quedarme el domingo encerrado en casa me basta para curarla jeje ya no estoy hecho un chaval. Voy a la ducha, me visto y como siempre salgo para el hospital y llego mi media de 15 minutos tarde.
Como siempre, la calle está desierta y yo atajo por una de las puertas de incendios laterales que siempre están abiertas (puñetera ley anti-tabaco).
Parece que no han llegado las limpiadoras, unas manchas de sangre manchan el suelo, debe haber sido duro el fin de semana en urgencias, pero bueno es lo que tienen los fines de semana del verano; la gente sale, bebe y no controla. Yo sigo mi ascenso por el pequeño tramo de escaleras hasta la entreplanta donde está mi mesa, lugar donde paso mis días haciendo las mismas y repetitivas estadísticas y cálculos. Que “raro”, la puerta de la oficina está cerrada, ¿hoy teníamos fiesta? Bueno, estará de vacaciones la puntual de la oficina. Yo a lo mío, cojo la llave escondida en el marco de la puerta y abro. Enciendo todas las luces, el aire acondicionado, no os imagináis el calor que se mete en un hospital.
Las 8:40 y la gente sin aparecer, “tendrán una reunión los que no están de vacaciones”, decido encender la radio para dejar de oír el ronroneo del aire, qué extraño, no se escucha nada, trato de sintonizar mi canal favorito, total como estoy solo, pero no funciona. Bueno miraré el correo, que sorpresa Internet no funciona. Me acerco a informática y tampoco hay nadie. Bueno, me tomare un café para despejar la última pereza. Va hombre no puede ser también está cerrado. Nada, me beberé una de esas cápsulas imitación de expreso.
Las 9:30 y sigo solo aunque no será por faena. Oigo unos tacones en la lejanía. Ya no estoy solo, algo es algo, cruzo los dedos para que sea la chica nueva de la oficina, me quedo mirando desde encima de mi monitor hacia el final del pasillo. Al poco aparece una figura un poco desgarbada y con el pelo alborotado y manchada de sangre de pies a cabeza. Me levanto de un salto de la silla y le grito si necesita ayuda. La mueca que había en su cara no la olvidaré nunca, era una mezcla de odio y felicidad. Acto seguido comienza a correr hacia mí con un grito inteligible.
Me quedo paralizado, ella seguía corriendo hacia mí, no me puedo mover, cuando me quiero dar cuenta ya estoy de espaldas en el suelo y ella sobre mí trata de golpearme y morderme. Cuando oigo el chasquido de sus dientes rozando mi oreja reacciono instintivamente y me la quito de encima de un brusco codazo y tal es la casualidad que al caer de espaldas se golpea la nuca con la esquina de un escritorio y un “crack” sordo inunda la habitación. Es el ultimo sonido que emite.
Aún sigo tendido en el suelo asimilando lo que acaba de pasar. Un pensamiento no deja de rondarme la cabeza: “He matado a una mujer”,”fue en defensa propia”,”fue un accidente”. Al cabo de unos minutos me sobrepongo, me levanto y la observo tendida en el suelo pero con esa mueca diabólica aún en su cara. Le tomo el pulso y no hay respuesta. Ya es tarde y el charco de sangre que rodea su cabeza como una aureola. Es enorme ya. Manchado de sangre y aún temblando me acerco a urgencias a avisar de ello.
Bajo por las escaleras, giro a la derecha, vuelvo a girar a la derecha y cuando atravieso la puerta de doble hoja no me puedo creer lo que ven mis ojos.
Hola que tal, soy Josué, autor de "DEVASTATION". ¿A caso quieres que te pase el relato completo o lo he entendido mal? Si es asi tendría que hacerle algunos retoques, y luego pasártelo. Un saludo.
ResponderEliminarCuando lo tengas acabado estaria muy guapo eso de tener el texto entero.
ResponderEliminarPero tambien me gustaria saber donde mas publicas por si escribes algo mas y por publicar alli yo.
Un saludo.
Hola que tal, pues no me ha quedado claro si se trata de zombies o infectados. Está claro que dices que se trata de zombies en todo momento, pero dices también que se desangran como las personas normales. No sé si aunque se desangren siguen andando como si nada o por el contrario acaban muriendo, de ser así, sería la primera vez que veo esa característica en un zombie. Ánimo, un saludo. Josué F.H.
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